Peluquerías afro en Cali
Estos espacios surgieron en los últimos años conforme creció la demanda en la población masculina negra de Cali por lugares especializados en el corte de cabello para gente negra, ya que
los servicios que ofrecían las peluquerías estándar no respondían a esta población al orientarse casi exclusivamente a un público “blanco” y mestizo. Por supuesto, este fenómeno está a su vez
enmarcado en el gran peso demográfico de la población negra-mulata en la ciudad, al lado de los nuevos consumos culturales generados dentro de la población joven negra, con influencias crecientes de los estilos corporales y de vestimenta de la población negra norteamericana, a través del deporte, el cine, la televisión, y la música. En este sentido, se trataría de una clara expresión
de modernidad transnacional producto de la globalización en los consumos culturales.
Antes de este tipo de consumo cultural era corriente que entre los hombres negros y a veces las mujeres de la propia familia o gente cercana del vecindario negro (mujeres u hombres) cortaran y arreglaran el cabello de los mismos hombres.
En el caso de las mujeres negras o mulatas casi siempre eran
otras mujeres de la familia o amigas las que arreglaban las cabelleras femeninas, difícilmente intervenían hombres. También era frecuente que los hombres y mujeres negros se cortaran y
alisaran ellos mismos su cabello.
En este contexto el servicio se prestaba las mayoría de las veces sin retribución monetaria.
Hacia mediados de los ochentas en Buenaventura surge una moda de cortes “americanos”, los cuales se distinguían por la manera tan visibles que se usaban, dándole un aspecto excéntrico para
algunos o moderno para otros, ya que los cortes presentaban en algunas partes calvos y en otras con abundante cabello, o en la parte superior el cabello alto y en forma aplanada y alrededor de
la cabeza de manera casi rapada. Este último llevaba el nombre de corte de “mesa”, así mismo empezaron a surgir una serie de cortes de cabellos inspirados en artistas y jugadores negros americanos que los utilizaban (en especial artistas del género hip-hop).
Es el caso del corte “Vanilla Ice”, una cantante de rap que usaba el corte similar al corte “mesa” pero con la variante que ofrecía una punta hacia adelante. Este estilo de usar el cabello generó para esa época una serie de controversias entre la población negra y en otros sectores raciales de la población en algunas ciudades (Buenaventura, la misma Cali), ya que no era común encontrar estos cortes de cabello, pues siempre se habían visto estilos muy clásicos y muy a la moda mestiza, porque esa era la única oferta que existía en ese entonces en el país, también para la misma población negra
masculina. A partir de ese momento se puede decir que aparece una moda negra en Cali, en especial el estilo de usar el cabello, ya que la influencia de los negros americanos empezó a invadir a los barrios negros de esta ciudad y muy especialmente a través de la música hip-hop.
Por tal razón, se empezaron a ver cortes de cabellos que usaban los artistas norteamericanos negros que aparecían frecuentemente en revistas, videos musicales y en las propias carátulas de los discos. Esta moda afroamericana llega muy rápido a Cali a través de la población negra procedente del puerto de Buenaventura, cuando en forma más o menos masiva migran hogares completos a residir en Cali, pero también las visitas de los amigos que aún residían en Buenaventura. Con la gente de Buenaventura llegan los expertos con sus máquinas de cortar cabello “americanas”. Al comienzo improvisan cortes a sus amigos y algunos familiares, hasta que en 1990 se crea la primera peluquería especializada en cortes de cabello de gente negra en Cali.
No existe peluquería “afro” que no tenga una decoración bien particular. Son frecuentes los póster o afiches de personajes negros a nivel mundial, tales como jugadores de baloncesto, o los
líderes americanos de los movimientos negros y derechos civiles: Malcom X, Martin Luther King, acompañados de líderes políticos como Nelson Mandela o dirigentes mujeres negras estadounidenses. Al lado de ellos artistas negros de los géneros hip-hop, reggae, salsa. Las
paredes y el nombre de la peluquería en colores vivos y muy destacados. Tampoco hay peluquería que carezca de un póster de los últimos estilos de corte “americano”, casi siempre tomados de un periódico o revista de belleza para gente negra norteamericana. En ellas es posible encontrar productos de belleza especializados para la gente negra. Algunos nombres de las peluquerías son claramente alusivos a un imaginario de “cultura negra” y reivindicación de la
“negritud”: “Africa”, “Black King´$, Black People, Black Power, Malcom X, Afro, Rasta, Nichemanía, Rodman, Latin Bronx, Wutang Clan y 2PAC.
Estos sitios se convirtieron en espacios muy llamativos para los transeúntes y el vecindario, debido a que rompieron con el modelo tradicional de peluquería y salón de belleza mestizo. Podría decirse que son espacios de autoestima racial y de reforzamiento de lazos entre jóvenes negros. Los grupos de parches o galladas frecuentan las peluquerías, no sólo para arreglarse el cabello sino porque en ellas circula la última información de eventos lúdicos y deportivos del barrio y la ciudad, además de que en algunas de ellas es posible “poncharse” un buen rato para escuchar música con los últimos grupos
de rap de Cali, o lo que ha llegado recientemente de Estados Unidos y algunas veces de Jamaica.
Las peluquerías han permitido generar discusiones informales sobre el tema racial y la construcción de nuevas identidades “negras”. En algunas de ellas han circulado libros y revistas alusivas a estos temas, además comienzan a ser frecuentadas por miembros de organizaciones afrocolombianas del Distrito de Aguablanca y de la ciudad. De esta forma las peluquerías “afro” también son un espacio de encuentro de jóvenes negros y mulatos y generación de nuevas
identidades.
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La Reina eterna
de Santiago de Cali
Las damas de Cali empezaron por entregarle viejos vestidos y alhajas de bajo precio y pasadas de moda. Grandes sombreros, collares con colores de mal gusto y pañolones propios de las manolas Españolas. Iba a los periódicos de la ciudad a conceder reportajes, entraba con majestad de reina a
El día de su fallecimiento, se le rindió homenaje. Cali entero se volcó a las calles.
Decían que era loca. Lo cuenta en detalle el poeta Javier Tafur González en su novela ‘Jovita, o la biografía de las ilusiones’. Loca, escribe el poeta, porque a veces la veían hablando sola y con los ojos brotados. O porque se bañaba en el río Cali sin susto. O por lo más importante: porque se creía reina de Cali y actuaba como tal. Entonces, en
Y entraba al Club Colombia derecho, sin ser socia. Y les cantaba la tabla a los concejales que no iban a trabajar. Y hablaba con el político para que taparan los huecos de un barrio. Y hacía saques de honor en los clásicos Cali – América. Y tenía un lugar de privilegio en
Y si paraba un bus, no le cobraban el pasaje, era Jovita. Si se lo cobraban, se ponía brava y se saltaba la registradora.
Sí. Jovita Feijóo se autoproclamó reina de reinas, así tuviera piernas peludas porque no le gustaba depilarse. Y la ciudad aceptó a su reina, una soberana sin una tuerca, decían algunos. Era, hay que escribirlo – si ella lo leyera le daría rabia– un personaje pintoresco.
Pero, curioso, Jovita de niña no quería ser reina, aunque cuando jugaba con sus amigas representaba el papel de una princesa. Ella, que nació en el Bolo – Alizal, Palmira, en 1910 y que su verdadero nombre era Jovina, soñaba con ser cantante. Su melodía preferida, revela el poeta Tafur, se llama ‘Piquito’, un corrido mexicano.
Una vez, se lee en su biografía – novela, Jovita se inscribió en un concurso de canto en la emisora Radio Higueronia, ubicada en
Entonces Jovita en los años 50 – 60 era un personaje pintoresco. Con el tiempo se convirtió en leyenda. Al final, sin sospecharlo, logró ser inmortal. Ese nombre, ese apellido, está anclado en las vidas de los caleños. Seguro, todo el que haya crecido en esta ciudad ha escuchado la historia de la loca que se creía reina y que era amada por Cali, Jovita.
Existen hombres que aún hoy, cuando se cumplen 40 años de su muerte, deliran de amor por ella. El pintor Diego Pombo, que le levantó una escultura en
¿Por qué se convirtió en inmortal? ¿Por qué después de 40 años se sigue escribiendo sobre Jovita? El poeta Tafur sospecha que es por sus logros invisibles. Ella, me dice en su oficina decorada con fotos, cuadros y esculturas de ‘la reina’ (también es abogado), “interpreta entre nosotros ese delirio de poderse afirmar y no dejarse poner cadenas. Jovita es un Prometeo sin cadenas, Quijote femenino. Hay seres que cumplen con los formalismos, que le tienen miedo al ridículo. Jovita no. Ella pasó al imaginario venciendo esos temores y encarnando el delirio que a muchos les da miedo expresar. Por eso era admirada. Por eso aún se le recuerda”.
Diego Pombo cree que Jovita es inmortal porque su figura representa a Cali, su idiosincrasia y ese fervor de la ciudad por los reinados. También por su trabajo social. Carlos Alberto Zuluaga piensa que la respuesta está en que Jovita era un ser superior, “extraterrestre”, que llevaba una pasión desbordada por alcanzar lo que quería, una energía que pocos tienen. Por eso aún se recuerda a Jovita, ‘la loca’, ‘la reina’.
De ahí que un entierro como el suyo no ha habido en Cali: multitudes que caminaron desde
También se vieron carros de bomberos y locomotoras que, estacionadas en
Videos relacionados con la cultura afro en Cali y en Estados Unidos y con Jovita Feijoó:
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